
FERIAS DE ADVIENTO
Estas lecturas se emplean desde el día 17 al 24 de diciembre. Las lecturas del día que ocurre en domingo se omiten; pero pueden ser asumidas o anticipadas cualquier otro día, principalmente en vez de las lecturas que, en este ciclo, se leen en domingo.
DÍA 23 DE DICIEMBRE
Les voy a enviar a Elías, el profeta, antes que llegue el día del Señor
Lectura de la profecía de Malaquías 3, 1-4. 23-24
Yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino delante de mí. Y en seguida
entrará en su Templo el Señor que ustedes buscan; y el Ángel de la alianza que
ustedes desean ya viene, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el Día de su venida? ¿Quién permanecerá de pie cuando
aparezca? Porque Él es como el fuego del fundidor y como la lejía de los
lavanderos. Él se sentará para fundir y purificar: purificará a los hijos de
Leví y los depurará como al oro y la plata; y ellos serán para el Señor los que
presentan la ofrenda conforme a la justicia. La ofrenda de Judá y de Jerusalén
será agradable al Señor, como en los tiempos pasados, como en los primeros años.
Yo les voy a enviar a Elías, el profeta, antes que llegue el Día del Señor,
grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia sus hijos y el
corazón de los hijos hacia sus padres, para que Yo no venga a castigar el país
con el exterminio total.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 24, 4-5b. 8-10. 14
R. ¡Levanten la cabeza: se acerca la salvación!
Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque Tú eres mi Dios y mi salvador. R.
El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
Él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres. R.
Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,
para los que observan los preceptos de su alianza.
El Señor da su amistad a los que lo temen
y les hace conocer su alianza. R.
ALELUIA
Aleluia.
Rey de las naciones y piedra angular de la Iglesia,
ven y salva al hombre que formaste del barro.
Aleluia.
EVANGELIO
Nacimiento de Juan Bautista
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 1, 57-66
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al
enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había
tratado, se alegraban con ella.
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo
Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: «No, debe llamarse Juan».
Ellos le decían: «No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre».
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. Este
pidió una pizarra y escribió: «Su nombre es Juan».
Todos quedaron admirados. Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y
comenzó a alabar a Dios.
Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los
alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. Todos los
que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: «¿Qué
llegará a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él.
Palabra del Señor.